Los propietarios reciben el flujo de efectivo en la forma de dividendos en efectivo
pagados o de beneficios provenientes de la venta de sus acciones a un precio
mayor del que pagaron inicialmente. Las EPS más altas no significan necesariamente
que la junta directiva de una empresa votará para incrementar el pago de dividendos.
Además, las EPS más altas no se traducen necesariamente a un precio más alto de
las acciones. A veces, las empresas experimentan incrementos de las ganancias sin
ningún cambio igualmente favorable en el precio de las acciones. Sólo cuando los incrementos
de las ganancias se acompañaran de mayores flujos de efectivo futuros, se
podría esperar un precio más alto de las acciones.
Riesgo
El incremento al máximo de las utilidades también ignora el riesgo, es decir, la posibilidad
de que los resultados reales difieran de los esperados. Una condición básica de las
finanzas administrativas es que exista un equilibrio entre el rendimiento (flujo de efectivo)
y el riesgo. El rendimiento y el riesgo son, de hecho, factores determinantes clave del
precio de las acciones, el cual representa la riqueza de los propietarios de la empresa.
El flujo de efectivo y el riesgo afectan el precio de las acciones de manera diferente:
un flujo de efectivo mayor se relaciona por lo regular con un precio más alto de las
acciones. Un riesgo mayor genera un precio más bajo de las acciones porque el accionista
debe ser compensado por el riesgo mayor. En general, los accionistas tienen
aversión al riesgo, es decir, desean evitar el riesgo. Cuando hay riesgo, los accionistas
esperan obtener mayores tasas de rendimiento sobre las inversiones de mayor riesgo y
menores tasas sobre inversiones de menor riesgo. El punto clave, que se desarrollará a
fondo en el capítulo 5, es que las diferencias en el riesgo afectan de manera muy significativa
el valor de una inversión.
Puesto que incrementar al máximo las utilidades no logra los objetivos de los propietarios
de la empresa, no debe ser la meta principal del administrador financiero.
Riesgo
Posibilidad de que los
resultados reales difieran de los
esperados.
Nota
La relación entre el riesgo y el rendimiento es uno de
los conceptos más importantes del
libro. Los inversionistas que
tratan de evitar el riesgo exigirán
siempre un mayor rendimiento
por correr riesgos mayores.
aversión al riesgo
Actitud que trata de evitar el
riesgo.
Incremento al máximo de la riqueza de los accionistas
La meta de la empresa, y por lo tanto de todos los administradores y empleados, es incrementar
al máximo la riqueza de los propietarios para quienes se opera la empresa. La riqueza
de los propietarios corporativos se mide por el precio de las acciones, que a su vez
se basa en el tiempo de los rendimientos (flujos de efectivo), su magnitud y su riesgo.
Al considerar cada alternativa de decisión financiera o acción posible en términos de
su efecto sobre el precio de las acciones de la empresa, los administradores financieros
deben aceptar sólo las acciones que se espera incrementen el precio de las acciones. La
figura 1.3 (vea la página 14) ilustra este proceso. Como el precio de las acciones representa
la riqueza de los propietarios de la empresa, incrementar al máximo el precio de las
acciones incrementará al máximo la riqueza de los propietarios. Observe que el rendimiento
(flujos de efectivo) y el riesgo son las variables de decisión clave para incrementar
al máximo la riqueza de los propietarios. Es importante reconocer que las ganancias por
acción, debido a que son vistas como un indicador de los rendimientos futuros (flujos de
efectivo) de la empresa, con frecuencia parecen afectar el precio de las acciones.
Qué pasa con las partes interesadas
Aunque incrementar al máximo la riqueza de los accionistas es la meta principal, muchas
empresas amplían su enfoque para incluir los intereses de las partes interesadas y
de los accionistas. Las partes interesadas son grupos de empleados, clientes, proveedores, acreedores, propietarios y otros que tienen una relación económica directa con
la empresa. Una empresa con un enfoque hacia las partes interesadas evita conscientemente
acciones que podrían ser perjudiciales para ellas. La meta no es incrementar
al máximo el bienestar de las partes interesadas, sino mantenerlo.
Enfocarse hacia las partes interesadas no afecta la meta de incrementar al máximo
la riqueza de los accionistas. Con frecuencia, este enfoque es considerado como
parte de la “responsabilidad social” de la empresa. Se espera que este enfoque proporcione
un beneficio a largo plazo a las partes interesadas, manteniendo relaciones positivas
con ellas. Estas relaciones deben disminuir al mínimo la rotación de las partes
interesadas, los conflictos y los litigios. Obviamente, la empresa logra mejor su meta
de incrementar al máximo la riqueza de los accionistas fomentando la cooperación
con sus otras partes interesadas, en vez de entrar en conflicto con ellas.
FIGURA 1.3
Incremento al máximo del
precio de las acciones
Decisiones financieras y
precio de las acciones
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